En el marco de la participación en la Cumbre de Líderes Estudiantiles, un grupo de estudiantes de nuestro establecimiento que participó de esta actividad desarrolló una iniciativa que buscó involucrar no solo a la comunidad escolar, sino también a las familias y apoderados, entendiendo que la prevención de la violencia es una tarea compartida.
La propuesta consistió en la creación de un espacio de concientización y reflexión sobre cómo la violencia puede manifestarse desde etapas tempranas en el contexto escolar y, si no es abordada a tiempo, derivar en problemáticas más complejas en la vida adulta. Para ello, los estudiantes recopilaron y expusieron noticias reales relacionadas con episodios de violencia tanto en colegios como en distintos ámbitos de la sociedad, generando un punto de partida para la conversación.
El mural también incluyó una pregunta abierta a la comunidad, invitando a reflexionar sobre qué acciones concretas podemos realizar como estudiantes, familias y docentes para contribuir a la prevención de la violencia.
Como parte de esta iniciativa, se incorporó el espacio denominado “Familias presentes”, en el cual se compartieron recomendaciones y acciones que madres, padres y apoderados pueden aplicar en el día a día para favorecer la sana convivencia y el desarrollo integral de sus hijos e hijas.
Finalmente, se habilitó un sector participativo donde se dispuso un lápiz y un espacio destinado a que apoderados, estudiantes y funcionarios dejasen mensajes y compromisos relacionados con la temática, fortaleciendo así el sentido de pertenencia y el compromiso colectivo frente a la prevención de la violencia.
Esta experiencia refleja el liderazgo estudiantil y el compromiso de toda la comunidad educativa con la promoción de una cultura de respeto, cuidado y convivencia positiva.