
La técnica del semáforo es una estrategia diseñada originalmente para regular las emociones, pero hemos realizado una adaptación para utilizarla en todas las clases. Se basa en que cada estudiante cuenta con un conjunto de tarjetas de cuatro colores que pueden mostrar o colocar junto a su mesa, permitiendo que el docente identifique de forma inmediata el nivel de comprensión del alumno y, si es necesario, le brinde asistencia. El funcionamiento es sencillo: si el estudiante utiliza la tarjeta verde, significa que no tiene dudas y comprende bien; la tarjeta amarilla indica que tiene algunas dudas y necesita orientación; y la tarjeta roja señala que tiene muchas dudas o que no entiende nada. Adicionalmente, los alumnos pueden levantar sus tarjetas para ofrecer al docente una visión rápida sobre cuánto están comprendiendo. Esta técnica también sirve para verificar respuestas a preguntas múltiples: verde corresponde a la alternativa “a”, amarillo a la alternativa “b”, rojo a la alternativa “c” y azul a la alternativa “d”. Su aplicación permite optimizar el tiempo en el monitoreo docente, comprobar de manera efectiva y rápida el avance y la internalización de los objetivos de la clase, además de favorecer una retroalimentación proporcionada de forma oportuna. Actualmente, esta estrategia está implementándose en los niveles desde primero hasta sexto básico.